martes, 7 de junio de 2016

EL ADJETIVO



EL ADJETIVO




el término adjetivo deriva de un vocablo latino y se trata de un tipo de palabra que califica o determina al sustantivo. Los adjetivos expresan propiedades atribuidas a los sustantivos, especificándoles o resaltándolas. Por ejemplo: “No encuentro ningún adjetivo para calificar cómo te has comportado”, “La prensa no ahorró adjetivos para resaltar la buena actuación del equipo catalán”, “Me han dicho muchos adjetivos, pero nunca linda”.

El adjetivo puede hacer referencia a una característica concreta del sustantivo. La expresión “El pantalón es azul” incluye un adjetivo (“azul”) que expresa una propiedad visible (el color) del sustantivo (“pantalón”). En cambio, una frase como “Es un partido fácil” presenta un adjetivo (“fácil”) que resulta abstracto, ya que la facilidad no puede captarse por los sentidos sino que es una cuestión subjetiva que nace de un pensamiento.

Clasificación de los adjetivos



Según la gramática tradicional podríamos establecer tres tipos: adjetivos calificativos, demostrativos y otros (en este último grupo se incluyen de forma amplia todos aquellos que no se encuentran dentro de los otros dos grupos); no obstante, la más precisa es la clasificación desarrollada por la gramática oficial de la lengua española, que cuenta con una lista basta extendida y detallada de los diferentes tipos de adjetivos.


Adjetivos restrictivos: dentro de este grupo se encuentran aquellas cualidades que acompañan a los sustantivos y restringen sus características de un modo exacto. Por ejemplo si hablamos de “el coche blanco” estamos dejando afuera a todos aquellos vehículos que no sean de ese color.

* Adjetivos no restrictivos: estos adjetivos sirven para dar más datos sobre el sustantivo pero sin limitarlo; generalmente suelen colocarse delante de él y lo modifican de forma variable. Por ejemplo si decimos “es un excelente amigo”, usamos el adjetivo como modificador sin restringir el grupo de individuos que pueden entrar en ese grupo.

* Adjetivos graduales: es un grupo bastante amplio del que forman parte los adverbios de grado y otro tipo de clasificadores. Por ejemplo, si decimos “esta revista es poco interesante” estamos valorando el grado de interés que nos despierta esa publicación.

* Adjetivos no graduales: también es un amplio grupo formado mayoritariamente por los adjetivos comparativos, tales como: tan, menos o igual. No se determina el grado de cuantificación del adjetivo sino que se establece una comparación. Por ejemplo, cuando decimos “Pedro es más listo que Juan” estamos haciendo uso de la comparación sin explicar cuán listo es cada uno de los individuos.

* Adjetivos de grado extremo: tienen una función similar a los graduales; es decir, expresan cuantificación, pero son absolutos. En este grupo se encuentran aquellos adjetivos formados por los sufijos -érrimo o -ísimo y por los prefijos re-, super-, mega- o hiper-.


Adjetivos intersectivos: aquellos que pueden dar lugar a una expresión en la que dos tipos de características se encuentran, de ahí su nombre. Por ejemplo, si decimos “maestro enano” estamos expresando que una persona es maestra y, a la vez, que mide poco.

* Adjetivos no intersectivos: al revés que los anteriores, estos adjetivos no vinculan dos palabras sino que más bien se tratan de características independientes. Por ejemplo, si decimos “Es un músico destacado”. No estamos informando acerca de la profesión de la persona sino que, hablamos de alguien que se destacada como música.

De todas formas debemos aclarar que los grupos más sobresalientes de adjetivos son los calificativos y los demostrativos.


Adjetivos calificativos: son aquellos que señalan una cualidad del sustantivo: “La casa es grande”“Esta mesa es muy vieja”“La pintura de la habitación es naranja”“Ella es hermosa”“El vaso es frágil”.


* Adjetivos demostrativos: acompañan al sustantivo y sirven para expresar la proximidad que existe entre emisor y receptor, en función del sustantivo del que se habla: “Estoy mirando este adorno“, “¿De qué talla es aquel vestido?












sábado, 21 de mayo de 2016

EL ARTICULO 



Los artículos son palabras que acompañan al sustantivo y siempre van delante de él. Se dividen en definidos indefinidos.
  • Los artículos definidos son aquellos que hablan de algo que conocemos y podemos identificar.
  • Los artículos indefinidos son aquellos que hablan de algo que no conocemos o que no podemos identificar.
En español, los dos tipos de artículos presentan forma femenina, masculina, singular y plural:

ARTÍCULOS DEFINIDOS
ARTÍCULOS INDEFINIDOS
MASCULINO SINGULAR
EL
UN
FEMENINO SINGULAR
LA
UNA
MASCULINO PLURAL
LOS
UNOS
FEMENINO PLURAL
LAS
UNAS
Los artículos siempre deben concordar en género y número con el sustantivo al que acompaña.
Ejemplos:
  • Coche (masculino singular) - El coche - Un coche
  • Casa (femenino singular) - La casa - Una casa
  • Coches (masculino plural) - Los coches - Unos coches
  • Casas (femenino plural) - Las casas - Unas casas

*Excepciones: cuando un sustantivo singular femenino empieza por “a” o “ha” tónica, colocamos el artículo definido “el”. Sin embargo, seguimos utilizando el artículo femenino indefinido “una”.
Ejemplo: Él águila / Un águila

El artículo definido posee también una forma neutra “LO”, que se utiliza acompañando a adjetivos, adverbios, pronombres posesivos o participios para transformarlo en sustantivos abstractos:
Ejemplo:
  • Lo importante es hacer el trabajo a tiempo.
  • Es impresionante lo bien que habla español.
  • Necesito que recojas lo mío.
  • De todo lo estudiado, el tema de los verbos irregulares es el más difícil.

En español solo existen dos artículos contractos:
a + el = al Ejemplo: Voy al  (a + el) parque
de + el = del Ejemplo: Vengo del (de + el) parque





martes, 17 de mayo de 2016

Los géneros literarios

El concepto de género se ha ido conformando históricamente; se entiende por género un conjunto de constantes retóricas y semióticas que identifican y permiten clasificar los textos literarios. Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su contenido.
Puede resultar sorprendente que aún se utilice la primera clasificación de los géneros, debida a Aristóteles, quien los redujo a tres: épica, lírica y dramática. Hoy se mantiene esencialmente la misma clasificación con distintos nombres (narrativa, poesía y teatro), pero la evolución de los gustos y modas estéticas ha provocado que en muchos textos modernos resulte difícil fijar rígidamente los límites entre lo puramente lírico, lo narrativo o lo dramático.


GÉNERO LÍRICO: Los textos líricos expresan el mundo subjetivo del autor, sus emociones y sentimientos, o una profunda reflexión. Suele escribirse en verso pero también se utiliza la prosa.
GÉNERO ÉPICO: Relata sucesos que le han ocurrido al protagonista. Es de carácter sumamente objetivo. Su forma de expresión fue siempre el verso, ahora se utiliza la prosa.
GÉNERO DRAMÁTICO: Obras escritas en forma de diálogo y destinadas a la representación. En ellas el autor plantea conflictos diversos. Pueden estar escrito en verso o en prosa.

Subgéneros Líricos


Oda: Composición lírica en verso, de cierta extensión y de tema noble y elevado.

HimnoComposición solemne que expresa sentimientos patrióticos, religiosos, guerreros...

Elegía: Composición lírica que expresa sentimientos de dolor ante desgracias individuales o colectivas.

Égloga: Composición poética de sentimientos amorosos y de exaltación de la Naturaleza, puesta en boca de pastores.
Canción: Expresa habitualmente emociones de tipo amoroso.
Sátira: Composición lírica, en verso o en prosa, que censura vicios individuales o colectivos.
Epigrama: Poema mordaz, agudo y conciso, generalmente escrito en verso. En Roma se desarrolló el epigrama como una breve sátira en verso que acababa con alguna expresión punzante. Desde el Renacimiento italiano, el epigrama adopta en la poesía occidental la forma del soneto. Las greguerías de Gómez de la Serna y los proverbios de Machado, pueden ser considerados modernos ejemplos de epigramas.

Subgéneros Épicos


La epopeya: Narra una acción memorable y de gran importancia para la humanidad o para un pueblo.

Poema épico: Relata hazañas heroicas de un héroe nacional con el propósito de exaltar los valores de la nación. Los creados en la Edad Media se conocen como Cantares de gesta; de tradición oral, se componían para ser cantados por juglares o por los propios trovadores.
El romance: Narración en versos octosílabos con rima asonante en los pares, que describe acciones guerreras, caballerescas, amorosas...
La fábula: Relato en prosa o en verso de una anécdota de la cual puede extraerse una consecuencia moral o moraleja; sus personajes suelen ser animales.
La epístola: también escrita en verso o en prosa, expone algún problema de carácter general.
Entre los subgéneros narrativos en prosa encontramos:

El cuento: Narración breve de un suceso imaginario y con argumento muy sencillo. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en una sola acción con un solo foco temático. Aunque tradicionalmente poseía una intención moralizante, hoy su finalidad suele ser provocar en el lector una respuesta emocional
.Apólogo: Relato breve de finalidad didáctico-moral.

La leyenda: Narración breve basada en un relato tradicional de carácter misterioso, sobrenatural o terrorífico.
La novela: Su auge en los siglos XIX y XX ha sido tal, y sus variantes tan dispares, que resulta difícil una definición rigurosa. Suele entenderse por novela una narración extensa en prosa, con personajes y situaciones reales o ficticios, que implica un conflicto y su desarrollo que se resuelve de una manera positiva o negativa. Es un relato largo, aunque de extensión variable, con un argumento mucho más desarrollado que el del cuento. Y, a diferencia de lo que sucede con el cuento, al lector le importa no sólo lo que ocurre a los personajes, sino también lo que piensan y sienten, cómo evolucionan espiritualmente y cómo influye en ellos la sociedad donde viven. Su estructura es muy variable.

Existen varios tipos de novelas: realista, histórica, picaresca, intelectual, psicológica, policíaca, terror, ciencia-ficción, gótica, rosa, sentimental, pastoril, caballerías, picaresca...

Subgéneros Dramáticos:

La tragedia: Es la representación de terribles conflictos entre personajes superiores y muy vehementes, los cuales son víctimas de un destino ineludible; suele acabar con la muerte del protagonista.
La comedia: Es la representación, a través de un conflicto, del aspecto alegre y divertido de la vida, y cuyo desenlace tiene que ser feliz.

El drama: Es la representación de problemas graves, con intervención, a veces, de elementos cómicos, y su final suele ser sombrío.
Ópera: Composición dramática, en la que los personajes cantan íntegramente sus papeles, en lugar de recitarlos.
Zarzuela: Obra literario-musical, genuinamente española, en la que se combinan escenas habladas y cantadas. Suele reflejar vivos cuadros de costumbres, preocupaciones populares, sátiras políticas.
Paso, entremés y sainete: Piezas breve en un acto, en prosa o en verso, de tema ligero. El origen del sainete se encuentra en la tradición popular y posee un humor festivo y picaresco. Solía representarse en los entreactos de obras mayores. El sainete deriva del entremés y del paso y acentúa lo humorístico y popular de este último

.Auto sacramental: Obra de carácter alegórico que trata sobre un dogma de la Iglesia católica y tiene como fondo la exaltación del sacramento de la Eucaristía.
Melodrama: Nombre que en el siglo XIX recibían determinadas obras dramáticas de tipo folletinesco, convencional, caracterizadas por sus fáciles concesiones a un público sensiblero.

Existen otros géneros literarios como son:

La oratoria: De carácter oral, pretende convencer a un auditorio. La forma más habitual es la conferencia, exposición personal de un tema cualquiera.

La historia: Narración objetiva de hechos reales. Formas habituales son la biografía (narración de la vida de una persona) y la autobiografía (relato de la propia vida)





martes, 26 de abril de 2016

MITOS Y LEYENDA DE ANTIOQUIA

El Hojarasquín del Monte





Se alimenta de flores y de bayas doradas de los bosques prdeundos. Tronco de guayacán con cabeza de hombre cubierta de chamizos y salvajina, el deicio del hojarasquín es cuidar el bosque y los animales selváticos. Atento al chillido de las golondrinas en los farallones del río, sabe cuando se acerca el depredador de la flora y cuando debe auxiliar al sabanero, anhelante víctima de los perros del cazador. Amante de los vuelos, el Hojarasquín algunas veces se cansa de ser árbol y entonces disputa con los loros, intenta saltar con los venados en las tardes de sol. 

Los campesinos saben de estos movimientos por la algarabía de los arrendajos y pájaros tijeras, por la inmensa batahola de los samanes con el viento. Amo de las hojas y el rumor de las aves en las montañas, el Hojaraquín muere cuando hay talas o destrucción de los montes. En forma de tronco seco, permanece oculto hasta cuando resurge la floresta.
La Llorona


El cura sin cabeza


Dicen que se trataba del alma en pena de un sacerdote que mataron porque no se dejó robar la custodia llena de hostias consagradas y que luego apareció con una sotana tan blanca que resplandecía. Muy mentado desde la época colonial, la mayoría de cronistas se referían a un cura o fraile que se aparecía a la medianoche y en el amanecer. En Medellín afirman que es el Padre Serna, fundador del convento de los Franciscanos.
El Sombrerón




Es el fantasma en pena de alguien que en vida jamás tuvo definiciones. Alto, todo vestido de negro, entra en los pueblos, da rodeos en el alba y envuelto en el silencio se retira con el rostro encendido por el ala siniestra de la bruma.









Vagabundo de los esteros bajo la luz de la luna, el Sombrerón alguna vez estuvo enamorado y quiso viajar a países de viento y estrella dorada y lo atrajo el mundo y su incesante círculo de fuego y ceniza. Pero, cómplice de la amapola y los pantanos, se detuvo siempre en los umbrales indeciso como el murciélago ante la luz. Ahora, cubierto por el sombrero y la ruana, todo se le oculta y perros feroces lo siguen con grandes cadenas en la calígine de los abismos.










Si, caballero de los chamones y los horizontes lívidos, el sombrerón se aleja entre los charcos. Sabe que jamás poseerá el secreto de las crisálidas. Desprovisto de deseos y con la mirada extraviada, se adentra en el paisaje del crepúsculo.